Vamos a repasar los documentos imprescindibles para alquilar un piso. La demanda de alquileres sigue al alza, así que comprar viviendas de segunda mano y reformarlas para luego ponerlas en alquiler es una buena forma de obtener unos ingresos extra. Eso sí, es fundamental que todo se haga de forma legal para evitar problemas y evitárselos al inquilino.
Documentos de la vivienda
Certificado energético
Desde 2013 es imprescindible que todas las viviendas que se van a vender o a alquilar tengan el correspondiente certificado energético. Es un informe que acredita la eficiencia energética de la vivienda y le da una calificación concreta.
Una buena calificación energética te puede servir como argumento para pedir una renta más alta, indicándole al inquilino que si escoge tu piso va a ahorrar mucho en su factura energética.
Poner una vivienda en alquiler sin esta documentación en regla se puede llegar a sancionar. Igual que se sanciona anunciar la vivienda con una clasificación energética que, en realidad, no tiene.
Cédula de habitabilidad
Este documento de carácter administrativo nos indica que la vivienda está en óptimas condiciones para vivir en ella. Es cierto que los inquilinos no suelen pedirla, pero conviene tener el documento a mano para mostrarlo si fuera necesario.
Documentación de la propiedad
No es extraño que el posible inquilino quiera asegurarse de que quien le ofrece una vivienda en alquiler es el verdadero propietario de la misma. Para poder acreditar la titularidad se pueden presentar documentos como una copia del último recibo de IBI, las escrituras de la casa o una nota simple del Registro de la Propiedad.
Documentos del inquilino
A la hora de firmar el contrato es importante adjuntar al contrato una copia del DNI del inquilino, a efectos de poder acreditar su identidad.
Por lo demás, la ley no nos exige que le pidamos ningún documento más, pero es recomendable asegurarse de que se trata de una persona solvente. Para ello podemos solicitarle ver una copia de su contrato de trabajo, las tres últimas nóminas y su última declaración de la Renta.
Revisando esta documentación ya podemos hacernos una idea de los ingresos mensuales medios que obtiene el posible inquilino y valorar si de verdad va a poder pagar la renta que estamos pidiendo por nuestro piso.
Es cierto que el posible inquilino no está obligado a mostrarte esta documentación pero, si se niega a acreditar su solvencia, lo mejor es que desconfíes y busques otro posible arrendatario.
Contrato de arrendamiento
Una vez que las partes han llegado a un acuerdo, solo queda firmar el contrato de arrendamiento. Aunque la ley no exige que se haga por escrito, es muy recomendable, porque el contrato es el documento que recoge las obligaciones y derechos tanto del arrendador como del arrendatario, y puede ser de gran ayuda en caso de surgir algún conflicto en el futuro.
Como ves, los documentos que hacen falta para alquilar un piso no son complicados de obtener. De hecho, lo más probable es que ya los tengas listos. Para evitar demoras en la firma del contrato, lo mejor es que te asegures antes de que los tienes preparados.