Cuando pensamos en la documentación necesaria para alquilar un piso, lo que nos viene a la cabeza son los documentos que se le exigen al inquilino para comprobar su solvencia. Sin embargo, el arrendador o propietario también debe tener lista una serie de papeles para alquilar su casa en condiciones de legalidad.
Certificado de Eficiencia Energética
Este documento refleja los aspectos energéticos de la vivienda, reseñando cuál es su nivel de consumo de energía y de emisión de CO2.
Se trata de un documento totalmente obligatorio, ya que sin él no es posible vender o alquilar una casa. De hecho, si se prescinde de él, la Administración puede sancionar al vendedor o arrendador.
En todo caso, debe ser emitido por un técnico competente y quedar registrado ante la Administración. Su período de validez es de 10 años desde su expedición.
Cédula de habitabilidad
La cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación es un documento de carácter administrativo que acredita que la vivienda cumple con las condiciones mínimas exigibles legalmente para ser habitada.
Si el inmueble no tiene este cédula, no puede ser vendido, pero tampoco alquilado. De hecho, sin esta licencia, no es posible contratar suministros básicos para la vivienda como el agua, la luz o el gas.
Títulos de propiedad
El arrendador debe ser el propietario de la vivienda o tener un derecho de usufructo sobre la misma. En cualquier caso, debe contar con documentación que acredite su facultad de disposición sobre la posesión de la vivienda.
Cuando se alquila a través de agencia, esta suele pedir al propietario del inmueble estos documentos. Si se trata de un alquiler pactado entre particulares, es buena idea que el posible inquilino pida al casero esta documentación, o bien que consulte directamente en el Registro de la Propiedad quién es el dueño de la casa.
Documentos que acrediten estar al día en los pagos
Aunque no es obligatorio, también es interesante que el propietario acredite que está al corriente de pago de las deudas relacionadas con el inmueble: hipoteca, impuestos, comunidad de propietarios y suministros.
Si el arrendador tiene deudas relacionadas con la vivienda o los suministros, esto puede afectar al inquilino. De ahí la importancia de asegurarse antes de firmar el contrato de que todo está al día.
Depósito de la fianza
La fianza es precisamente eso, no se trata de una cantidad entregada a fondo perdido. Al finalizar el alquiler, si todo está en orden, el arrendador devolverá al arrendatario la cantidad que este abonó en su momento en concepto de fianza.
A fin de asegurar que esto es así, la Ley de Arrendamientos Urbanos determina que la fianza debe depositarse en una cuenta corriente habilitada por la comunidad autónoma a tal efecto. Cuando se lleva a cabo el ingreso, se emite un justificante que acredita la operación, y es este documento el que se debe mostrar al inquilino. De hecho, es recomendable entregarle una copia del mismo.
Tener la documentación personal al día
El contrato de arrendamiento urbano para vivienda puede ser verbal, pero los profesionales siempre aconsejamos que lo pactado quede recogido por escrito. Esto facilitará al arrendador y al arrendatario estar al día de sus derechos y obligaciones.
Al firmar este documento hay que identificarse presentado DNI, NIE o Pasaporte, y es necesario que el documento esté en vigor en el momento de la firma, a fin de que la otra parte pueda acreditar que la identidad del sujeto que tiene delante se presume cierta.
Como has comprobado, como propietario no se te exige demasiada documentación para alquilar una casa de tu propiedad. Eso sí, si careces de los documentos obligatorios y alquilas, puedes tener problemas legales.
