Si ya te has decidido y tienes claro que vas a comprar una vivienda de segunda mano, es posible que el proceso te resulte un poco extraño si es la primera vez que pasas por él, pero te aseguramos que es más sencillo de lo que parece a simple vista, ya que los expertos se van a encargar prácticamente de todo.
Revisar la documentación
Ahora que ya has encontrado la casa que te gusta, antes de estampar tu firma en un papel y entregar dinero al vendedor tienes que asegurarte de que todo está en orden desde los puntos de vista legal y financiero.
- Asegúrate de que la vivienda cuenta con la correspondiente cédula de habitabilidad y el certificado energético.
- Pide una nota simple en el Registro de la Propiedad. Con este documento podrás comprobar que el propietario de la vivienda es realmente quien dice ser, y sabrás si sobre ella recae una hipoteca o alguna otra carga.
- Solicita al vendedor que te entregue justificante de que ha pagado el último recibo del IBI.
- Infórmate sobre si el piso tiene deudas con la comunidad de propietarios.
Pon también al día tu documentación. Asegúrate de que tienes el DNI o NIE en vigor, prepara una copia de tu contrato de trabajo y tus tres últimas nóminas, o copia de tu alta en el RETA si eres autónomo y últimos recibos pagados a la Seguridad Social, porque todo esto te lo van a pedir en el banco.
Contrato de arras
Antes de formalizar la compraventa tienes que ir al banco a pedir un préstamo hipotecario, y esto hace que la operación se dilate un poco en el tiempo. A fin de que tanto el vendedor como tú os aseguréis la posterior firma del contrato, podéis formalizar antes un contrato de arras.
Es algo así como una reserva de la casa a cambio de la entrega de una cierta cantidad de dinero. Tú, como comprador, te comprometes a adquirir el inmueble en un determinado tiempo, y el vendedor se compromete a reservalo para ti.
Si alguna de las partes incumple su obligación, perderá dinero. Tú perderías las arras entregadas y, si fuera el vendedor el incumplidor, tendría que devolverte lo que ya le has pagado más una serie de intereses.

Elevación del contrato a escritura pública
El contrato de compraventa de un inmueble no debe constar obligatoriamente en escritura pública otorgada ante Notario si no existe hipoteca pero, en todo caso, es muy recomendable formalizarlo de esta manera.
Aquí tú no tienes que encargarte de nada más que de aportar la documentación que te indiquen y acudir a la notaría a firmar el día que te citen para ello.
Inscripción en el Registro de la Propiedad
De este trámite se encarga directamente el Notario, y debe hacerlo en los 60 días siguientes a la firma de la compraventa. A través de él queda constancia pública de que el inmueble ha cambiado de propietario y ahora eres tú el responsable del mismo a todos los efectos legales.
Al hacer este trámite también se produce el cambio de titularidad en el Catastro. Esto hará qué, a partir de ese momento, los recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y todos los demás impuestos y tasas asociadas a la vivienda estén a tu nombre.
Pago de impuestos
Al comprar una vivienda de segunda mano tienes que pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que oscila entre un 4% y un 10% del importe de lo que has pagado por la vivienda. El plazo para liquidarlo es en los 30 días siguientes a la compra.