Si estás pensando en vender o alquilar tu vivienda o bien, solicitar una hipoteca, ya sabes que hacerlo a través de una inmobiliaria te aporta un extra de seguridad y te garantiza encontrar al mejor comprador, inquilino o financiación. Si, además, quieres que la operación sea todavía más segura para ti, deberías firmar una nota de encargo.
¿Qué es la nota de encargo?
De forma sencilla la podemos definir como el documento a través del cual autorizas a un agente inmobiliario a iniciar el procedimiento de comercialización de un inmueble de tu propiedad.
Si eres un comprador, a través de la nota de encargo puedes habilitar al profesional para que lleve a cabo las labores necesarias para que te consiga la financiación que te hace falta a fin de adquirir la vivienda que te interesa.
Este acuerdo contiene las obligaciones a las que se ha comprometido cada una de las partes implicadas, así como las posibles penalizaciones a aplicar si una de ellas incumple el mandato.
¿Por qué es importante firmarla?
Cuando te interesa que un tercero intervenga en el proceso de comercialización de tu casa, o que te busque financiación, es importante que todos los acuerdos adoptados queden reflejados por escrito. Esto ayudará a cada uno de los implicados a saber exactamente a qué se ha comprometido.
La hoja de encargo garantiza que el profesional desarrollará su trabajo de conformidad con lo acordado con su cliente. Si no fuera así, la propia hoja puede servir como punto de partida para reclamar. Incluso se puede utilizar a modo de prueba en un proceso judicial si fuera preciso llegar a ello.
En Cataluña la normativa autonómica (Ley 18/2007, de 28 de diciembre, relativa al Derecho a la Vivienda) recoge la obligatoriedad para las agencias inmobiliarias de firmar este documento. En el resto de España no existe esta obligación, pero sí es muy aconsejable que exista una nota de encargo entre el profesional inmobiliario y sus clientes.
Contenido de la hoja de encargo
No estamos ante un documento que resulte complicado ni de elaborar ni de entender. Lo que vamos a encontrar en él es lo siguiente:
- Identificación de los titulares de la vivienda. Deben constar todos aquellos que son propietarios.
- Identificación de la agencia o el agente que va a intervenir en la operación.
- Localización de la vivienda. Más allá de la dirección física, es conveniente que figure la referencia catastral para evitar posibles errores.
- Motivo del encargo o tipo de operación que se va a realizar.
- Duración del contrato y precio al que se firmará la operación.
- Honorarios del profesional. Especificando si la cantidad indicada incluye o no el IVA.
- Posibilidad de renovar o no el encargo si el profesional no logra su objetivo dentro del plazo dado para ello.
- Firma de todos los interesados.
A fin de evitar problemas y que la hoja de encargo sea verdaderamente útil, es importante que todas las condiciones que se hayan acordado consten de forma expresa y clara en el documento.
Más protección para el consumidor
La nota de encargo es un documento que otorga seguridad jurídica al profesional del sector inmobiliario, pero su finalidad principal es la de proteger los intereses de los consumidores. Por eso, no deberías tener “miedo” a firmar un contrato de intermediación de este tipo. Porque lo que estás haciendo es ganar en seguridad.
Igual que cuando contratas a un abogado o a un arquitecto firmas un documento que especifica las condiciones del servicio y el precio pactado, cuando recurres a una inmobiliaria o un asesor inmobiliario también deberías hacerlo.
Revisa bien el documento, que todos los datos sean correctos. Si ves que todo está en orden, firma la nota de encargo. Ya solo te queda esperar a que el profesional haga su trabajo.