Los pisos de bancos son algo común en el mercado inmobiliario desde que estallara la crisis de 2008. La quiebra de muchas constructoras y la imposibilidad de muchas familias de hacer frente al pago de su hipoteca hizo que los bancos aumentaran notablemente su parque inmobiliario.
Se calcula que en 2012 las principales entidades bancarias españolas tenían más de 50.000 viviendas en stock. Esto les obligó en cierta manera a adoptar un rol de inmobiliaria, priorizando la venta de sus inmuebles.
Los bancos están dispuestos a dar más facilidades para acceder a un préstamo hipotecario cuando el cliente adquiere una de las viviendas que es propiedad de la entidad. Así que esto ha permitido a muchas personas poder acceder a una vivienda en mejores condiciones.
¿Estás pensando en comprar pisos de bancos? Si es así, ten en cuenta los siguientes factores.
1. Estudia previamente el mercado
Es cierto que los bancos cuentan con un gran parque inmobiliario y que los precios de sus casas están ajustados al mercado, pero eso no implica que necesariamente los pisos de bancos sea la mejor opción para ti.
Si revisas bien la oferta disponible puedes encontrar viviendas de segunda mano en buen estado con un precio más bajo del que piden los bancos por las casas que tienen en stock. Además, un particular que vende su casa siempre va a estar más dispuesto a negociar el precio a la baja que una entidad bancaria.
Para saber si el precio que te están pidiendo es justo, infórmate sobre cuáles son los precios actuales en la localidad o el barrio que te interesa.
2. Revisa bien el estado del piso
Los pisos de bancos tienen básicamente dos orígenes. O bien son pisos que pasaron a manos de la entidad bancaria por la quiebra de la constructora, o bien proceden de personas que no han podido pagar su hipoteca y han pasado por un embargo.
En el primero de los casos debes asegurarte de que todo en la vivienda está en orden. Muchas constructoras quebraron y dejaron las viviendas a medio terminar. Esto implica que pueden faltar elementos básicos como la caldera, la cocina, etc. También puede ocurrir que la casa sí esté totalmente terminada pero falten cosas por hacer en las zonas comunes (terminar la piscina, rematar el garaje, etc.) Todo esto implica un gasto extra que hay que tener muy en cuenta.
Si la vivienda pertenecía a un particular que fue embargado, es posible que tenga más o menos daños, especialmente si ha pasado por una ocupación. Revisa bien el estado de la casa y calcula cuánto tendrás que invertir para dejarla en perfecto estado.

3. Negocia el precio
Negociar con una entidad bancaria siempre es más complicado que hacerlo con un particular, pero no es imposible.
No sientas que partes de una situación de desventaja, porque el banco tampoco está en una posición fácil. Para la entidad bancaria tener muchas viviendas en stock supone todo un problema, así que necesita venderlas lo antes posible.
Si has hecho caso del consejo anterior y has revisado bien el estado de la vivienda, seguro que has encontrado desperfectos más o menos visibles. Aprovecha esto a tu favor, argumenta que vas a tener que hacer reformas en la vivienda para poder dejarla en buenas condiciones y que, por eso, no consideras que valga lo que el banco está pidiendo por ella.
También puedes argumentar (y demostrar) que has visto en el mercado otras opciones de inmuebles con un precio más ajustado y que están para entrar a vivir sin necesidad de tener que hacer ninguna reforma.
Si presionas un poco al banco es más que probable que te haga algún descuento, así que no dejes pasar la oportunidad de conseguir la casa que te interesa a un precio más bajo.
4. Infórmate sobre las deudas pendientes
Es bastante común que los pisos de bancos no estén al día en lo que respecta al pago de la comunidad de vecinos (los bancos no suelen realizar el pago mes a mes, acumulan varias cuotas y luego las pagan) e incluso en lo referente al pago de impuestos como el IBI o la tasa de basuras.
Si adquieres una vivienda con este tipo de deudas, el responsable de hacer frente a las mismas vas a ser tú. Por eso, antes de nada pídele al banco que te explique en qué situación está el inmueble con respecto a los pagos pendientes.
Si hay deudas y estás seguro de que es la casa que quieres adquirir, exige al banco que se ponga al día de los pagos para que el inmueble llegue a tus manos sin ninguna carga pendiente.
5. Revisa las condiciones del préstamo
Muchas personas prefieren los pisos de bancos porque estos suelen ofrecer mejores condiciones en los préstamos para adquirirlas que cuando se trata de comprar otro tipo de inmuebles.
Sin embargo, esto no quiere decir que la que te ofrece el banco sea la mejor opción del mercado. Nada te impide adquirir una vivienda procedente de banco con un préstamo hipotecario concedido por otra entidad bancaria o por un bróker hipotecario.
Revisa bien las condiciones que te ofrece la entidad bancaria que te quiere vender la vivienda, prestando especial atención a la letra pequeña. Luego consulta con otras entidades bancarias qué tipo de préstamo estarían dispuestas a concederte. Si lo que te ofrece el banco que tiene la vivienda en stock no es la mejor opción de financiación, no dudes en escoger otra.
Los pisos de bancos tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Es cierto que su adquisición puede resultar más sencilla, pero esto no implica necesariamente que sean la opción más barata del mercado ni que te vayan a conceder el préstamo con mejores condiciones. Por eso, lo mejor es informarse siempre bien y meditar la decisión.