Mudarse a una nueva casa es emocionante, pero también puede ser un poco abrumador. Entre cajas, trámites y ajustes, puede que el ahorro energético no sea tu primera prioridad. Sin embargo, adoptar hábitos eficientes desde el principio puede traducirse en un considerable ahorro en tus facturas y en un menor impacto ambiental. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo lograrlo!
Antes de Mudarte: Compara y Contrata
- Elige la compañía adecuada: Antes de mudarte, dedica tiempo a comparar las diferentes compañías suministradoras de luz y gas. Utiliza comparadores online para encontrar las tarifas que mejor se adapten a tu consumo y a las características de tu nuevo hogar.
- Contrata la potencia adecuada: La potencia contratada determina la cantidad máxima de energía que puedes consumir simultáneamente. Contratar una potencia superior a tus necesidades supone un gasto innecesario.
- Infórmate sobre las tarifas: Existen diferentes tipos de tarifas, como las de discriminación horaria o las de precio fijo. Analiza cuál es la más conveniente para ti en función de tus hábitos de consumo.

Al Mudarte: Revisa y Ajusta
- Revisa las instalaciones: Antes de conectar los suministros, solicita una revisión de las instalaciones de gas y electricidad. Asegúrate de que todo funciona correctamente y de que no hay fugas.
- Aísla tu hogar: Un buen aislamiento térmico es fundamental para mantener una temperatura agradable en el interior de tu hogar y reducir el consumo de energía. Presta especial atención a ventanas, puertas, suelos y techos.
- Ventila correctamente: Renueva el aire de tu hogar de forma regular, pero evita corrientes de aire innecesarias. Abre las ventanas a primera hora de la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves.
En tu Día a Día: Pequeños Gestos, Gran Impacto
- Iluminación eficiente: Sustituye las bombillas incandescentes y fluorescentes por LED. Son más duraderas y consumen mucha menos energía. Aprovecha al máximo la luz natural abriendo cortinas y persianas durante el día.
- Electrodomésticos inteligentes: Opta por electrodomésticos con etiqueta energética A+++. Estos consumen menos energía y son más eficientes. Además, desconecta los aparatos electrónicos cuando no los estés utilizando y evita dejarlos en stand-by.
- Agua caliente sanitaria: Ajusta la temperatura del termostato del calentador de agua a una temperatura adecuada (entre 55 y 60ºC) para evitar quemaduras y reducir el consumo.
Climatización: El Gran Consumidor
- Calefacción:
- Programa la calefacción para que se encienda unos minutos antes de levantarte y se apague antes de irte a dormir.
- Utiliza termostatos inteligentes para controlar la temperatura de forma más eficiente.
- Deshumidifica el ambiente para mejorar la sensación térmica y reducir la necesidad de calefacción.
- Aire acondicionado:
- Limpia los filtros del aire acondicionado regularmente para mejorar su eficiencia.
- Utiliza ventiladores para refrescar el ambiente sin necesidad de recurrir al aire acondicionado.
- Cierra puertas y ventanas para evitar que el aire frío se escape.

Cocina y Lavado: Ahorra Energía y Agua
- Cocina:
- Utiliza ollas y sartenes con el fondo plano y que se adapten al tamaño de los fogones.
- Tapa las ollas y sartenes mientras cocinas para reducir el tiempo de cocción y ahorrar energía.
- Aprovecha el calor residual de los fogones para terminar de cocinar los alimentos.
- Lavado:
- Llena la lavadora y el lavavajillas completamente antes de ponerlos en marcha.
- Utiliza programas de lavado cortos y a baja temperatura siempre que sea posible.
- Evita usar el programa de secado de la lavadora y seca la ropa al aire libre.
Consejos adicionales:
- Instala paneles solares: Si tienes la posibilidad, instala paneles solares para generar tu propia electricidad y reducir tu dependencia de la red eléctrica.
- Aprovecha las ayudas: Infórmate sobre las ayudas y subvenciones disponibles para mejorar la eficiencia energética de tu hogar.
- Habla con tu comunidad de vecinos: Organiza acciones conjuntas para reducir el consumo energético en todo el edificio.
Siguiendo estos consejos, podrás ahorrar energía y gas en tu nuevo hogar, reducir tu factura y contribuir a un futuro más sostenible. ¡Recuerda que cada pequeño gesto cuenta!